lunes, 29 de julio de 2013

La magia detrás del viejo cuadro (tarde lluviosa).

        Intenté buscar la magia donde no existía, intenté descifrar un poco de arte en un mundo de superficialidades y vanidades vacías de sentimiento alguno, pero bueno, al final solo fue un intento, ya que obviamente nada surgió... 

        Hoy fui a casa de mis abuelos, mientras mi abuela le cosía una blusa a mi mamá y hablaban de los aconteceres  del día, fui a saludar a mi abuelo, personaje ilustre de mi vida, él no es una persona de mucho hablar, a sus 73 años entablar una larga conversación con él es trabajo duro, por esa razón cada vez que tengo la oportunidad le pregunto muchas cosas, le gusta contestarme, respuestas cortas pero sentidas, a veces sale con algunas frases que dejan pensando a cualquiera, o que nos hacen reír a todos pero que ocultan una gran realidad,cosas como "ningún libro es malo" , "la mujer es como la rosa", "las 3 cosas más importantes de la vida", y eso es lo que me encanta, no se puede esperar menos de alguien que ha pasado toda su vida leyendo y releyendo todo lo que llega a sus manos; (volviendo al día de hoy) me dijo que tenía un regalo para mí, un cuadro viejo, el marco estaba un poco gastado y cubierto de una fina capa de polvo, era un paisaje, algo que normalmente a mi no me llama la atención , ilustraba dos casas como de campo, un gran patio en el centro y de fondo unas montañas, al principio me pareció que era el típico paisaje en serie de cualquier pintor de cuadra (aunque notoriamente mejor terminado), hasta que mi abuelo me empezó a explicar muy elocuentemente que el cuadro era sobre "Platillón" , la casa de la derecha es el lugar donde el nació, en la casa de la izquierda trabajaban el café, lo tendían en el patio para secarlo, y lo molían, podía notar la emoción un poco tintada de nostalgia que subía a su voz al contarme sus vivencias en ese lugar. El cuadro dejó de ser un paisaje en serie sin sentido, para revelarme su verdadera identidad, era un cuadro con alma, poseía la felicidad de los años de mi abuelo, los recuerdos de su familia, y de su pasado, un pasado lleno de luz de sol y olor a café recién cosechado.
        Estuve buscando el arte en un centro comercial, cuando el arte viene de las cosas sencillas, desde el olor a café, hasta la humildad de un cuadro viejo, no pude evitar reírme un poco conmigo misma y mirar a mi al rededor, estaba en el cuarto de mi abuelo, rodeada de arte. 

        Le pregunté si podía revisar un rato sus libros, feliz me dijo que cuando quisiera, como todo amante de la lectura tiene un estante lleno de ellos, libros de todos los temas y autores, desde "Villa de Cura, tránsito por la vida de un pueblo", hasta Astronomía, filosofía, cocina, arquitectura gótica y primeros auxilios. Un humilde y pequeño pedazo de paraíso. Tomé "Vathek (cuento árabe)" de William Beckford, me senté sola en el recibo de la casa, abrí las ventanas que parecían no haber sido abiertas en siglos , abrí el libro y sonreí. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario